Una investigación advierte que los bebés prematuros presentan más riesgo de sufrir autismo, donde se contemplan posibles daños cerebrales.
Un grupo de investigadores han encontrado importantes similitudes en los bebés nacidos con anterioridad a la semana 27 de gestación, bebés prematuros, y la posterior aparición de autismo en la infancia.
El autismo se asocia de forma común con otros factores genéticos, donde los investigadores añadieron incluso que incide además el peso al nacer, así como otras complicaciones tiene una incidencia mayor sobre el aumento en el bebé de desarrollar autismo en la infancia.
Ulrika Aden, coautora de la investigación aseguró incluso que las investigaciones reflejan como otro tipo de contaminantes asociados a las condiciones ambientales inciden también en la aparición de autismo, y el adelanto del parto. Estas son algunas de las conclusiones que dieron a conocer en un comunicado de prensa por parte del Hospital Universitario Karolinska, en Suecia.
La coautora del estudio también es investigadora dentro del Departamento de Salud de mujeres y niños en el Instituto Karolinska. Asegura que fue una sorpresa observar como casi el 30% de los menores que nacieron de forma prematura presentaban síntomas del TEA, trastorno del espectro autista, en comparación con el 1% de los menores que nacían tras una gestación completa.
La investigadora asegura que el medio ideal para el desarrollo del cerebro se produce en el interior del útero, por lo que es importante prolongar el embarazo, ya que un nacimiento temprano puede tener graves daños en la red de redes cerebrales.
La coautora señala que una buena alimentación es decisiva para el desarrollo de los bebés, donde incluso asegura que los nuevos tratamientos terapéuticos contribuyen a establecer un mejor desarrollo, reduciendo incluso el estrés, por lo que se puede disminuir incluso las probabilidades de padecer TEA.
El incremento y los nuevos métodos sobre los cuidados intensivos en los menores ha permitido mejorar la protección de la salud en los bebés prematuros, donde estas incidencias pueden reducirse aunque los daños también se contemplan. Para aquellos bebés cuyo nacimiento sea anterior a las 13 semanas, éstos presentan una probabilidad mayor de padecer daños en el cerebro, autismo, y otro tipo de afecciones como déficit de atención con hiperactividad, TDAH, así como otros problemas relacionados con el aprendizaje, se detalla en la plataforma Salud Univisión, quien también se hace eco de los detalles.
El cerebro de estos menores se encuentra expuesto a otro tipo de cuestiones que conllevan afecciones en el estrés sobre todo durante el desarrollo, donde esto podría tener una incidencia importante en el autismo, según reconoce los investigadores.
Para conocer estos detalles, los investigadores emplearon IRM para detallar el crecimiento en el cerebro de más de 100 bebés cuyo nacimiento se produjo antes del tercer trimestre. A los 6 años de edad, los niños fueron sometidos a diversas pruebas para detallar la presencia de autismo.
A través del resultado se pudo concluir que los niños con autismo se presentaban bajo un parto con complicaciones, así como fueron sometidos a cirugía poco después de nacer, según se detalla en la investigación publicada en la revista Cerebral Cortex.
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