Buscar en este blog

jueves, 14 de enero de 2016

UN VERANO 10 EN LA PLAYA CON NIÑOS

Ir a la playa es, sin duda, una de las cosas que más les gusta a los niños en verano. Sin embargo, para disfrutar sin riesgos conviene tomar algunas medidas de prevención, sencillas de poner en práctica y que nos evitarán complicaciones de salud y molestias inesperadas en los más pequeños.


Golpe de calor o insolaciónLos golpes de calor y la insolación son dos de los riesgos más severos a los que exponemos si permanecemos durante mucho tiempo al sol en verano, sobre todo en las horas centrales del día. Algo que debemos evitar en el caso de los adultos y, especialmente, en el de los niños. ¿Cuáles son los síntomas más comunes de la insolación? Mareos, sudoración excesiva, aceleración de la respiración, aumento del ritmo cardiaco y cara congestionada. El aumento de la temperatura corporal también es una señal común y las náuseas. Tanto para prevenir como para actuar en caso de posible insolación, hay que procurar que los niños estén en lugares frescos y ventilados, a la sombra. Aplicar agua con una toalla húmeda en la cara, las muñecas y la parte de atrás del cuello.
Darle de beber agua a pequeños sorbos y acudir al médico.
En cuanto al golpe de calor, los síntomas más frecuentes son sensación de irritabilidad, irritación de la piel, sudoración, mareos, vómitos y dolor de cabeza. También pueden provocar desmayo y, en los casos más severos, pérdida de consciencia. Cuando un niño sufre un golpe de calor hay que colocarle inmediatamente en un lugar a la sombra, fresco y ventilado, quitarle la ropa y mojarle, con una toalla húmeda, el cuerpo para bajar la temperatura. Darle de beber agua a pequeños sorbos para rehidratar. Acudir al médico lo antes posible.

Quemaduras
La exposición prolongada al sol puede conllevar otro riesgo no menos importante, las quemaduras. El enrojecimiento de la piel, la aparición de ampollas, sensación de escalofríos y fiebre son los síntomas más comunes. Lo más conveniente es aplicar compresas humedecidas en agua fría sobre las zonas afectadas, aplicar una crema hidratante para niños para calmar la irritación y, solo con prescripción médica, darle un analgésico. Hasta que no desaparezcan las quemaduras no debe exponerse al sol.


Corte de digestión
Mareo, palidez de la piel, zumbidos en los oídos y escalofríos son algunos de los síntomas más comunes del corte de digestión, así como la pérdida de conocimiento en los casos más severos. Se denomina así al científicamente conocido como síncope de hidrocusión, la reacción de nuestro organismo ante un cambio brusco de temperatura (por ejemplo, lanzarse de manera brusca al agua fría después de estar mucho rato al sol). En caso de corte de digestión, lo primero es sacar al niño de la piscina o del mar, y colocarle en posición lateral, levantándole ligeramente las piernas. Lo mejor es que permanezca tumbado y darle suero hasta que se reponga.

Picaduras de medusas
Junto a los mosquitos, las temidas medusas, cuya presencia en verano puede hacernos terminar en el puesto de socorro. Si al niño le pica una medusa, hay que retirar los tentáculos (con ayuda de una toalla, no directamente con los dedos) y lavar la herida con agua salada. A continuación, acudir al médico para aplicar un tratamiento antiurticante..







No hay comentarios:

Publicar un comentario