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sábado, 16 de enero de 2016

1,2,3.... Música!

La música está siendo introducida en la educación de los niños en edades preescolares debido a la importancia que representa en su desarrollo intelectual, auditivo, sensorial, del habla y motriz.

La música es un elemento fundamental en esta primera etapa del sistema educativo. El niño empieza a expresarse de otra manera y es capaz de integrarse activamente en la sociedad, porque la música le ayuda a lograr autonomía en sus actividades habituales, asumir el cuidado de sí mismo y del entorno, y ampliar su mundo de relaciones.

La música tiene el don de acercar a las personas. El niño que vive en contacto con la música aprende a convivir de mejor manera con otros niños, estableciendo una comunicación más armoniosa. A esta edad la música les encanta.



 Además, les aporta todos estos beneficios:
1. Seguridad: Les da seguridad emocional, confianza porque se sienten comprendidos al compartir canciones, e inmersos en un clima de ayuda, colaboración y respeto mutuo.

2. Aprendizaje: La etapa de la alfabetización del niño se ve mas estimulada con la música. A través de las canciones infantiles, en las que las sílabas son rimadas y repetitivas, y acompañadas de gestos que se hacen al cantar, el niño mejora su forma de hablar y de entender el significado de cada palabra. Y así, se alfabetizará de una forma más rápida.
3. Concentración: La música también es beneficiosa para el niño cuanto al poder de concentración además de mejorar su capacidad de aprendizaje en matemáticas. La música es pura matemática. Además, facilita a los niños el aprendizaje de otros idiomas,potenciando su memoria.
4. Expresión corporal: Con la música, la expresión corporal del niño se ve mas estimulada. Utilizan nuevos recursos al adaptar su movimiento corporal a los ritmos de diferentes obras, contribuyendo de esta forma a la potenciación del control ritmico de su cuerpo. A través de la música, el niño puede mejorar su coordinación y combinar una serie de conductas. Túmbale boca arriba y muéveselos para que pueda bailar mientras que tú le cantas. Le puedes cargar y abrazar en tu regazo entonando otros ritmos infantiles.

vínculo madre-hijo

El apego no es ni más ni menos que la conducta instintiva que tenemos los humanos para formar un vínculo de amor, de protección con nuestra cría.
En muchas maternidades se está volviendo a los orígenes, es decir, a dar el bebé a la madre justo en el momento en el que sale del útero. Salvo que existan motivos médicos ineludibles, lo mejor para el bebé es ponerlo inmediatamente en el pecho de su madre. Ya habrá tiempo para limpiarlo, pesarlo, medirlo…Es más importante el afecto, el amor, el cariño que lucir impecablemente limpio. 
El parto puede ser de dos maneras, natural o cesárea. En el caso de los naturales el bebé es puesto encima de la mamá inmediatamente. En la cesárea, la mamá deberá esperar entre una media hora y una hora más.Se ha comprobado que, aunque no sea la mamá,siendo en este caso el papá, el bebé recibe este acto de amor de bienvenida como algo favorable para su cerebro.


Primeros minutos decisivos
En cualquiera de los dos casos y si no hay complicaciones esos primeros minutos, horas, son importantísimos y decisivos. Ese sentimiento de apego, tan propio de los mamíferos y que los expertos han denominado «bonding», tiene un poderoso efecto tranquilizador sobre el bebé. El cambio de entorno, de un útero seguro, tranquilo, sin frío, sin hambre, pasa a un entorno donde no se siente ya tan a gusto. Sentir una voz que conoce, la de su madre (la lleva escuchando todo el embarazo) y sentirse abrazado y protegido, hará que todo sea mucho más fácil en su nueva vida, la que acaba de comenzar.
El contacto precoz ayuda al proceso temprano de interacción social, el recién nacido aprende a relacionarse con los demás en su primera y principal experiencia con el mundo de los estímulos humanos. Por otro lado, el tacto es el sentido de primera aparición en el desarrollo embrionario, siendo el primer medio de comunicación que posee el individuo para relacionarse con el medio ambiente, con todo lo que está más allá de la piel. Las primeras nociones que tiene el recién nacido son de carácter táctil, ello hace que el contacto piel a piel entre madre e hijo sea de extraordinaria importancia para el «apego», el reconocimiento mutuo, el intercambio afectivo emocional y para el éxito de la lactancia.

Desfavorablemente para muchas madres y para sus bebés, hay gente que opina que es mejor acostumbrar a los bebés desde el principio a dormirse solos en una cuna. Estas mujeres, generalmente sobrepasadas por el momento hormonal, por el cansancio, por la emoción, no siempre están lo suficientemente fuertes para decir que «no» y que lo que ellas desean es tener a su bebé en brazos el mayor tiempo posible. En algunas maternidades, por ejemplo, se da como opción que el bebé duerma en el nido desde el primer día con el pretexto, dicen, de que la mamá descanse. Desde el punto de vista de lograr un lactancia exitosa, si es que es lo que se decide, constituye una gran error alejarse del recién nacido. En tener a un recién nacido en brazos no hay excesos, cuanto más, mejor. Para todo.

Beneficios




viernes, 15 de enero de 2016

Dientes vs.Caries

La Higiene bucodental y su importancia

La boca cumple unas funciones básicas para nuestro desarrollo físico y psíquico. Los dientes no sólo nos ayudan a masticar los alimentos para obtener una buena digestión y actúan como barrera que nos protege; también participan de manera decisiva en el comportamiento gestual, en la expresión y exteriorización de nuestro mundo interior a través del lenguaje y la sonrisa.


La correcta higiene bucodental es la herramienta más eficaz en la lucha prevención de la caries dental y la enfermedad periodontal (inflamación de las encías), dos enfermedades bastante frecuentes en los niños y las niñas en edad escolar.El cepillado de los dientes, después de cada comida, es el método más seguro para prevenir la caries y mantener la salud de la boca. El cepillado no sólo sirve para arrastrar los restos de alimentos y para eliminar la placa bacteriana, sino que además asegura la salud de la encía porque estimula su circulación sanguínea.

El cepillado ha de realizarse a diario, después de cada comida, y sobre todo antes de irnos a dormir. 


Hay que enseñar a los más pequeños cuál es la forma correcta de cepillarse. Los odontólogos recomiendan cepillarse en forma de "barrido" de los dientes; es importante terminar el cepillado en la boca pasando el cepillo por la lengua (en ella también hay microbios), y enjuagándonos la boca con abundante agua.

En la boca existen gran cantidad de bacterias. Si después de comer no hacemos una adecuada limpieza de los dientes, estas bacterias actúan sobre los alimentos dando lugar a la formación de la placa bacteriana, que es el elemento inicial de la caries, una enfermedad infecciosa que provoca la destrucción progresiva e irreversible del diente.
Los hábitos de alimentación también pueden ayudar a la prevención de las caries. Si los  niños y  niñas consumen menos azúcares (fundamentalmente caramelos, chuches, dulces..etc), las bacterias que hay en la boca tendrán menos azúcar para fabricar los ácidos que destruyen el diente. Y con ese simple cambio se puede disminuir la frecuencia de caries.


Visita periódicamente al odontólogo, al menos una vez al año. La visita periódica al odontólogo nos ayuda a prevenir cualquier daño o infección y nos permitirá gozar de una buena salud buco-dental. No debemos esperar a que surjan problemas para acudir a un especialista









HÁBITOS HIGIÉNICOS EN LOS NIÑOS

Higiene se define como "parte de la medicina que tiene por objeto la conservación de la salud y la prevención de enfermedades".

La higiene personal es el concepto básico del aseo, limpieza y cuidado de nuestro cuerpo, y como es lógico los hábitos higiénicos no son algo aislado sino que guardan relación con las demás actividades fundamentales que a diario ocupan al niño: comer, dormir, jugar, ir al baño, mantener el cuerpo limpio...

La mayor parte de estos hábitos son adquiridos en los primeros tres o cuatro años de vida, y una vez establecidos no se olvidan jamás. Existen ciertos consejos para adquirir hábitos de higiene en la infancia:
Los hábitos higiénicos presentan las siguientes ventajas para los niños y niñas :
  • Contribuyen al bienestar físico del organismo.
  • Colaboran con el bienestar psíquico del niño o niña.
  • Son elementos esenciales en el comportamiento adecuado del individuo.
  • Contribuyen a una socialización adecuada.
  • Permiten economizar tiempo y esfuerzo intelectual en el cumplimiento de una serie de actos rutinarios de la vida diaria


La práctica de la higiene personal es una cuestión de responsabilidad individual que se adquiere a través de un proceso de educación, correspondiente fundamentalmente a los padres, que día a día en el hogar actuarán de ejemplo y acompañantes en los distintos hábitos.

jueves, 14 de enero de 2016

UN VERANO 10 EN LA PLAYA CON NIÑOS

Ir a la playa es, sin duda, una de las cosas que más les gusta a los niños en verano. Sin embargo, para disfrutar sin riesgos conviene tomar algunas medidas de prevención, sencillas de poner en práctica y que nos evitarán complicaciones de salud y molestias inesperadas en los más pequeños.


Golpe de calor o insolaciónLos golpes de calor y la insolación son dos de los riesgos más severos a los que exponemos si permanecemos durante mucho tiempo al sol en verano, sobre todo en las horas centrales del día. Algo que debemos evitar en el caso de los adultos y, especialmente, en el de los niños. ¿Cuáles son los síntomas más comunes de la insolación? Mareos, sudoración excesiva, aceleración de la respiración, aumento del ritmo cardiaco y cara congestionada. El aumento de la temperatura corporal también es una señal común y las náuseas. Tanto para prevenir como para actuar en caso de posible insolación, hay que procurar que los niños estén en lugares frescos y ventilados, a la sombra. Aplicar agua con una toalla húmeda en la cara, las muñecas y la parte de atrás del cuello.
Darle de beber agua a pequeños sorbos y acudir al médico.
En cuanto al golpe de calor, los síntomas más frecuentes son sensación de irritabilidad, irritación de la piel, sudoración, mareos, vómitos y dolor de cabeza. También pueden provocar desmayo y, en los casos más severos, pérdida de consciencia. Cuando un niño sufre un golpe de calor hay que colocarle inmediatamente en un lugar a la sombra, fresco y ventilado, quitarle la ropa y mojarle, con una toalla húmeda, el cuerpo para bajar la temperatura. Darle de beber agua a pequeños sorbos para rehidratar. Acudir al médico lo antes posible.

Quemaduras
La exposición prolongada al sol puede conllevar otro riesgo no menos importante, las quemaduras. El enrojecimiento de la piel, la aparición de ampollas, sensación de escalofríos y fiebre son los síntomas más comunes. Lo más conveniente es aplicar compresas humedecidas en agua fría sobre las zonas afectadas, aplicar una crema hidratante para niños para calmar la irritación y, solo con prescripción médica, darle un analgésico. Hasta que no desaparezcan las quemaduras no debe exponerse al sol.


Corte de digestión
Mareo, palidez de la piel, zumbidos en los oídos y escalofríos son algunos de los síntomas más comunes del corte de digestión, así como la pérdida de conocimiento en los casos más severos. Se denomina así al científicamente conocido como síncope de hidrocusión, la reacción de nuestro organismo ante un cambio brusco de temperatura (por ejemplo, lanzarse de manera brusca al agua fría después de estar mucho rato al sol). En caso de corte de digestión, lo primero es sacar al niño de la piscina o del mar, y colocarle en posición lateral, levantándole ligeramente las piernas. Lo mejor es que permanezca tumbado y darle suero hasta que se reponga.

Picaduras de medusas
Junto a los mosquitos, las temidas medusas, cuya presencia en verano puede hacernos terminar en el puesto de socorro. Si al niño le pica una medusa, hay que retirar los tentáculos (con ayuda de una toalla, no directamente con los dedos) y lavar la herida con agua salada. A continuación, acudir al médico para aplicar un tratamiento antiurticante..







miércoles, 13 de enero de 2016

Enuresis nocturna.

La enuresis es la micción, involuntaria o intencionada, que puede ocurrir a cualquier hora del día o de la noche (siendo más frecuente la nocturna), sin que exista una enfermedad previa que lo justifique.
La edad a la cual se empieza a considerar un problema es a los cinco años en el caso de las niñas, y a los seis en el de los niños. Estos episodios deben de producirse al menos dos veces por semana durante un tiempo mínimo de tres meses consecutivos.

Clasificación de la enuresis nocturna

Se puede clasificar la enuresis nocturna según el momento en el que tengan lugar los episodios:
Enuresis diurna: en este caso la pérdida involuntaria de orina se produce durante las horas del día. Su prevalencia es inferior a la nocturna. Se da en un 10% de la población infantil con edades comprendidas entre los cuatro y los seis años. Afecta al doble de niñas que de niños (al contrario que la nocturna). Es frecuente en niños con problemas mentales.
Enuresis nocturna: la pérdida involuntaria de orina se produce durante el sueño. Es más frecuente en niños que en niñas. La micción normalmente tiene lugar entre 30 minutos y tres horas después de haberse iniciado el sueño.  
Enuresis total: pérdida involuntaria de orina, tanto durante el día como durante la noche.
Lo habitual es que los niños consigan controlar la orina durante el día a partir de los dos o tres años. Sin embargo, pueden tardar bastante más tiempo en lograr el control durante la noche.
Se calcula que uno de cada diez no es capaz de hacerlo antes de los seis años de edad.
La enuresis nocturna se puede clasificar también de la siguiente manera:
Enuresis primaria: se denomina así cuando el niño no ha llegado a controlar la micción durante un periodo continuado de al menos seis meses. El 80% de las enuresis son de este tipo.
Enuresis secundaria: se refiere a los casos en los que ha existido un periodo previo de control de la vejiga, y posteriormente se produce una regresión. Generalmente se trata de un fenómeno transitorio e intermitente, que se soluciona con mayor facilidad.

Causas de la enuresis nocturna

Existen varias posibles causas de la enuresis nocturna primaria. Este problema puede estar originado por:

Retraso del desarrollo

La vejiga se ajusta a la cantidad de orina acumulada, como si de un globo se tratara; su interior está recubierto de un músculo que se contrae a medida que la vejiga se va llenando, creando la sensación de vejiga llena. El reflejo de la micción es innato, pero los seres humanos no son conscientes de la sensación de presión hasta los dos o tres años, momento en el que los niños pueden empezar a controlar voluntariamente la eliminación de la orina.
El hecho de que se controle esta expulsión se debe a que la vejiga tiene dos esfínteres, uno interno y otro externo. El interno es involuntario y, por lo tanto, permanece cerrado hasta que la vejiga se llena de orina, momento en el que se dilata para expulsarla. El externo es voluntario y es este el que permite a las personas orinar en el momento que deseen. Este esfínter está controlado por unos centros neurológicos situados en el cerebro, de manera que hasta que estos no maduren, el niño no será capaz de controlar la incontinencia.

Factor genético

No se conoce ningún gen asociado al trastorno, pero se ha observado que existe una predisposición familiar. El 85% de los casos presentan un pariente cercano al que le ha sucedido lo mismo. Y casi un 60% de los niños con enuresis nocturna primaria tienen un hermano o un progenitor que ha tenido el mismo problema.

Desórdenes del sueño

Cambios en el patrón de sueño pueden ser la causa de este trastorno.

Alteraciones de los niveles de la hormona antidiurética (ADH)

De manera normal, esta hormona se secreta en el cerebro, provocando que los riñones reduzcan la cantidad de orina. Por la noche los niveles de esta hormona aumentan, sin embargo, en los niños que padecen este trastorno, los niveles de esta hormona pueden encontrarse alterados, lo que tendría como consecuencia que la cantidad de orina no disminuya durante la noche.
Con menor frecuencia, también pueden ser causa de la enuresis:
  • Alteraciones neurológicas.
  • Infecciones urinarias.
  • Malformaciones anatómicas de uréteres, vejiga y uretra.
  • En la enuresis secundaria la causa casi siempre es psicológica. Aunque también puede estar originada por factores estresantes, una situación de maltrato o abuso sexual, infecciones o malformaciones del aparato urinario, o la presencia de alguna enfermedad.


Diagnóstico de la enuresis nocturna

Se deben realizar una serie de pruebas para hacer un diagnóstico de la enuresis nocturna:
Historia clínica para determinar si existen antecedentes de enuresis en la familia.
Examen físico: que consiste en palpación abdominal, examen de los genitales y posiblemente del ano y los reflejos de los miembros inferiores.
Análisis de orina.
Generalmente no se requieren radiografías de los riñones o de la vejiga, análisis de sangre, ni pruebas de imagen o de funcionamiento dinámico de la vejiga, a no ser que el médico lo considere oportuno, ya que es importante descartar algunas enfermedades como:
Diabetes mellitus.
Enfermedad crónica renal.
Anomalías congénitas de la médula espinal.
Vejiga neurogénica.
Anomalías congénitas del tracto urinario

Pronóstico de la enuresis nocturna

La enuresis nocturna no supone una amenaza para la salud del niño, salvo que esté relacionada con alguna otra afección física. Pero no hay que olvidar que el niño puede sentirse avergonzado e, incluso, sufrir una pérdida de la autoestima debido al problema, por lo que es importante apoyarle para que se sienta seguro. En cuanto al pronóstico de la enuresis, hay que señalar que la mayoría de los niños responden a algún tipo de tratamiento, aunque puede tardar semanas o meses en empezar a funcionar.
La enuresis nocturna no se considera patológica antes de los cinco o seis años de edad, sino que se entiende como una característica normal del desarrollo. Generalmente, tiende a mejorar de forma espontánea en la pubertad. Además, teniendo en cuenta el factor genético, muchos niños dejarán de orinarse a la edad en que lo consiguieron sus padres/hermanos.
Por el contrario, la enuresis que se inicia en la adolescencia puede tener peores connotaciones, por estar relacionada con una mayor psicopatología y resultar más difícil de corregir.
Actualmente existen en España alrededor de 500.000 personas con enuresis. De las cuales:
15–20% son niños entre cinco y seis años.
6–8% son niños con 10 años.
1% son adolescentes a partir de 15 años.
0,5% son adultos


Tratamiento de la enuresis nocturna

Es importante no demorarse en el inicio del tratamiento de la enuresis nocturna, para resolver el problema cuanto antes y evitar al niño problemas sociales, ya que puede ser una fuente de gran tensión emocional que afecte a sus relaciones con el entorno.
En el tratamiento de la enuresis nocturna, los padres tienen un papel fundamental para mejorar la situación del niño.
Se debe desdramatizar el problema. Hay que hacer todo lo posible para que el niño entienda que no debe mojar la cama y que debe hacer un esfuerzo por controlar la orina, pero sin enfadarse cuando no lo consiga, ya que los castigos y las reprimendas no le ayudarán. El aprendizaje del niño lleva su tiempo, por lo que hay que tener paciencia. Animarlo es la mejor manera de enfrentar el problema.
Hay que prestar especial atención y asegurarse de que el niño va al baño con la frecuencia adecuada durante el día y, sobre todo, de que no retenga la orina durante periodos prolongados de tiempo.
Además, deberá orinar antes de irse a dormir para que la vejiga tenga la menor cantidad de orina posible durante la noche.
Levantar al niño a media noche para que vaya a orinar no es útil, puesto que él no aprende a despertarse solo.
Puede ayudarle saber que otros han estado en su misma situación.
Por otro lado, el niño puede realizar una serie de tareas incluidas dentro del tratamiento de la enuresis nocturna:
Puede realizar un calendario en el que registre las noches secas y las húmedas, donde irá viendo sus progresos, y los padres le pueden incentivar con algún premio cuando vaya mejorando.
Realizar actividades que mejoren la capacidad vesical como, por ejemplo, detener la micción varias veces cuando esté orinando.
Se aconseja que el niño cambie su pijama y las sábanas que ha mojado, no como castigo, sino para que sea consciente del problema.
Existe un método con una alta tasa de efectividad. Se trata de las alarmas que despiertan al niño cuando este comienza a orinar, de manera que es consciente de lo que ocurre y puede levantarse e ir al baño. Las más modernas adoptan forma de reloj de pulsera con sensores de humedad muy pequeños que se deben situar en la ropa interior.
Igualmente, el médico puede considerar necesario prescribir un tratamiento farmacológico como desmopresina, que es un análogo de la hormona antidiurética y provoca una reducción de la enuresis. Sin embargo, esta reducción se presenta casi exclusivamente mientras se está administrando el fármaco, reapareciendo los episodios de enuresis cuando cesa el consumo del mismo, de manera que se debe complementar con las alarmas. Hace tiempo se utilizada imipramina, que es un antidepresivo tricíclico que provoca un efecto similar a la desmopresina y es más barato; sin embargo, produce efectos secundarios más adversos.
Por supuesto, si la causa de la enuresis es física, se deberá tratar según lo indicado para cada caso y, si fuese psicológica, es preciso acudir a un psicólogo.
http://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/afecciones-tipicas-infantiles/enuresis-nocturna


La importancia de la estimulación multisensorial para tu bebé

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el entorno en el que un niño crece influye de manera decisiva en su desarrollo cerebral. Las experiencias cotidianas de la vida del bebé pueden desarrollar y estimular sus sentidos, así como proporcionar a los padres una oportunidad de alimentar la capacidad de su pequeño de aprender, pensar y crecer. En base a este dato, y a la recopilación de diferentes estudios científicos que ponen de manifiesto los beneficios que aporta la estimulación multisensorial (estimulaciones táctiles, olfativas, auditivas y visuales) en el desarrollo social, emocional, cognitivo y físico de los bebés,Johnson's ha lanzado una campaña para concienciar a los padres de los beneficios de uno de los momentos diarios del ritual del bebé, el baño, y el masaje posterior, en los que se estimulan sus sentidos de la siguiente manera:

  • Táctil: El tacto es el sentido mejor desarrollado en los bebés en el momento del nacimiento. Por ello, la OMS recomienda el contacto piel con piel desde los primeros días de vida. Los beneficios son múltiples: aumento del peso del bebé, mejora de la digestión de los alimentos, disminución del estrés en padres y bebés sanos, reducción de la depresión materna y los niveles de ansiedad, etc. A través del suave contacto de las manos del progenitor, el baño es un ritual sencillo que proporciona una oportunidad ideal para un mayor contacto piel con piel.
  • Visual: Los bebés utilizan el contacto ocular directo como una forma de comunicación e incluso muestran una mejora de los procesamientos neuronales cuando un progenitor los mira directamente. La estimulación visual es fundamental desde el nacimiento y hasta los tres años, y sienta las bases del desarrollo de las habilidades sociales. El momento del baño permite a los padres establecer contacto visual directo con el bebé y así reforzar el vínculo con él.
  • Auditiva: Los sonidos crean recuerdos en el área del lenguaje de la corteza cerebral. Los bebés pueden reconocer la voz de un progenitor, tal y como demuestra el aumento de la actividad cerebral de la región temporal posterior izquierda del cerebro. El baño es una oportunidad ideal para introducir nuevos sonidos: el del agua al salpicar, que los padres hablen o canten al bebé, etc.
  • Olfativa: Los bebés son capaces de recordar un olor en los primeros días después del nacimiento y presentan una mayor respuesta cognitiva cuando la estimulación olfativa se combina con la táctil. Entre los beneficios de esta estimulación, destacan los efectos relajantes y calmantes cuando se emplea una fragancia relajante. Gracias a los diferentes productos empleados en el ritual del baño, los bebés pueden descubrir nuevos olores y asociarlos a un momento placentero en su memoria.
En los primeros tres años de vida se produce el 85% del desarrollo neuronal que favorece la comunicación, la comprensión, el desarrollo social y el bienestar emocional. El cerebro de un bebé, según la OMS, crea hasta 1,8 millones de nuevas conexiones sinápticas por segundo, y las propias experiencias del bebé son las que determinarán qué sinapsis se conservarán.
"En este desarrollo neuronal, que se produce por estas sinapsis o conexiones entre neuronas que dan lugar a la conformación cerebral, influye de manera significativa el entorno en el que niño crece. En este sentido, la estimulación multisensorial, lo que el bebé siente, ve, oye y huele, contribuye al desarrollo cerebral; por lo que para un crecimiento y desarrollo feliz y saludable, los bebés necesitan atención, sensibilidad y estimulación" explica Silvia Álava, psicóloga infantil.
La investigación también demuestra que a través de experiencias multisensoriales, se reduce el estrés en bebés sanos y prematuros, de modo que puedan aprender, pensar y crecer.